Reflexiones - 28 de septiembre 2016

Las afirmaciones le dan órdenes a Dios acerca de qué hacer por nosotros, como si supiéramos mejor que Dios lo que es correcto y perfecto para nosotros, como si Él fuera nuestro sirviente. Con el Ho’oponopono y la limpieza le damos permiso a Dios, quien sabe más, para que nos traiga aquello que es correcto y perfecto. Él no necesita que le des indicaciones sobre qué hacer, cómo hacerlo o cuáles deberían ser los resultados. Así pues, ¡mejor quitémonos de en medio! Además, con las afirmaciones estamos intentando forzar al niño interior: por ejemplo, cuando te oye repetir «estoy feliz, estoy feliz», el niño sabe que es mentira.
@MabelKatz
#Hooponopono #ElCaminoMásFácil #Reflexiones www.ComunidadHooponono.org